domingo, 18 de maio de 2008

Espiral

Canibale, nº1, 1920.


El primer paso firme que dio el dadaísmo en el mundo fue en 1919, cuando nuestro jefe Tristán Tzara, dijo:

-"Señores: DADÁ no significa nada."

Desde ese día el dadísmo ha seguido progresando.

La dimensión del infinito o arquitectura del silencio, de todo lo constantemente silencioso, fue el punto de partida de la gran revolución estética.

Considerando los seres y las cosas como una pura ilusión, períodos de evolución, el artista medium puede transformar sorprendiendo al tiempo.

Rebusca estética hasta infinito, sujetándose a las normas de la concentración espiral y giratoria.

Todo lo creado alrededor de nuestra vida encontró su importancia estética.

Sello de correo, maquinaria de reloj, barómetro, sartenes. Kangurú, foca, pingüinos, albatros.

La última gran guerra, espiral silenciosa en el planeta, proporcionó a los nervios de Europa la necessaria laxitud. He ahí la verdadera importancia de la guerra.

América, equilibrio, vacuno, repugna a DADÁ.

La seudo solidez mental americana reirá el chiste cien añs después. América es simplesmente abono. ESTAFA.

DADÁ es bueno porque no concede ninguna importancia a la eternidad.

Historia, policía privada, cocina, box, medicina, todo es DADÁ. En todas partes está DADÁ. DADÁ DA DADÁ DAR.

Todo DADÁ es cometa, móvil, materia sideral con espermatozoides vivos y saltones. DADÁ chocará con la absurda geometría de los astros.

La cordillera de los Andes, tragedia espiritual sin comparación posible, tiene una grandeza que escapa a todas las disciplinas. El arco de triunfo y las pirámides son monumentos absurdos, pantanales. Todo monumento es un pensamiento antigiratorio; es momia o manifestación cadaverizante. Más vale un poste de telófonos con su maraña de alambres en cualquier pueblo chato, con la condición de que pueda ser más feo todavía.

La verdad durará un hora a lo sumo. La materia es inmortal porque se destruye a cada instante EVOLUCION.

DADÁ destruirá a DADÁ.

DADÁ será perseguido por los gobernantes.

Conclusión:

DADÁ es lo infinitamente giratorio que forma el SILENCIO del todo.

DADÁ es fermento astronómico, oblongo, gaseoso sin exageración y de color amarillo. Pero no significa nada.


J. Edwards.
Santiago de Chile - 1921. Revista Metamorfosis

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